Cómo influye la calidad del heno en la salud animal

Cuanto mejor sea la calidad del alimento base, mejor será la calidad de la leche

En el caso de los rumiantes como las vacas y las cabras, la alimentación con heno de alta calidad es de vital importancia. El heno de calidad estimula la salivación, favorece la acción de rumiar y de la digestión y aporta a los animales todos los nutrientes necesarios. Además, el heno de calidad permite un mayor consumo de alimento, ya que contiene menos ácidos lácticos saciantes que el heno de menor calidad. Entre los componentes más importantes del heno se encuentran las proteínas brutas, las fibras brutas y el azúcar. De las proteínas brutas, entre las que se encuentran los elementos proteicos aminoácidos y proteínas, las vacas lecheras necesitan aprox. 90 g al día. Las fibras brutas son nutrientes para los microbios del rumen y favorecen la digestión. Los azúcares son carbohidratos de rápida asimilación que constituyen un porcentaje de más del 13 % en el heno. Gracias al alto contenido en azúcares del heno secado de forma mecánica se pueden ahorrar aprox. 0,75 kg de pienso concentrado con cada kilo de heno sin influir en el rendimiento lácteo. El heno no necesita suplementos como por ejemplo la melaza o similares, cuya adición está prohibida en las queserías de queso curado. Y no contiene ácidos producidos en la fermentación, que sí están presentes en el ensilaje. El heno tiene sin embargo un porcentaje más alto de proteína no degradable (RUP), que en combinación con el nitrógeno no proteico (NNP) o el amoniaco extraído del rumen puede ser digerido y aprovechado mejor por los rumiantes.

Una alimentación sana: cabras y ovejas sanas

El heno es imprescindible para una alimentación sana de cabras y ovejas. Sobre todo es necesario tener en cuenta la calidad del heno. Porque las cabras son exigentes y necesitan muchas hierbas y hojas para mantenerse sanas. Dado que en el secado tradicional sobre el suelo de las plantas forrajeras se pierde una gran parte de las hojas y yemas al desmenuzarse, se recomienda un secado mecánico del heno. Dado que las hierbas deben secarse cuidadosamente y debido a las escasas diferencias de temperatura entre el aire de secado y las hierbas, es muy adecuado un procedimiento de secado técnico del heno mediante una bomba de calor. En el caso de las ovejas es imprescindible una alimentación con suficiente contenido en proteína y energía. El secado técnico de heno garantiza esta alta calidad del heno necesaria para la salud y la higiene de los animales. Otro inconveniente de los métodos tradicionales de secado de heno: En los ensilados deficientes existe el peligro de enfermar de listeriosis para los pequeños rumiantes como las cabras y las ovejas.

Heno para caballos: simplemente imprescindible

El heno, según la profesora Ellen Kienzle de la Universidad Ludwig-Maximilians-Universität München, es el alimento más importante para los caballos. Un caballo de 650 kg de peso necesita unos 10 kg de heno de alta calidad al día. Esto supone unos 1,5 kg de heno por cada 100 kg de peso corporal.

Menos polvo, menos peligro de alergia

Los criadores y cuidadores de caballos conocen el peligro de las enfermedades respiratorias de sus queridos ungulados. Alergias como p. ej. una hipersensibilidad al polvo son enfermedades que pueden darse con mucha frecuencia en los caballos. Esta enfermedad aparece en la mayoría de los casos debido al heno o la paja de baja calidad, en los que se acumula mucho polvo, además de moho, ácaros y bacterias, y que representan factores de irritación a tomar muy en serio. El heno de secado mecánico puede reducir considerablemente el peligro de una alergia al polvo y contribuir a la buena salud general de los animales que pasen mucho tiempo en boxes. Dado que los caballos necesitan mucho tiempo para comer su ración diaria de heno, para los animales esto constituye un pasatiempo. Esto es así especialmente en el caso de los caballos que pasan mucho tiempo en boxes.

Utilizar únicamente heno de calidad para caballos

Según la veterinaria y microbióloga Dr. Dorothe Meyer, un caballo puede alimentarse solo de heno perfectamente. No obstante, debe asegurarse la mejor calidad posible. Además de grasas, minerales, oligoelementos y vitaminas, el heno contiene mucha energía, proteína y azúcar, además de las fibras brutas, imprescindibles para la digestión. Las fibras brutas son carbohidratos poco solubles que se descomponen en el intestino grueso por la acción de microbios. En la alimentación con heno de los caballos debe tenerse en cuenta que el heno tiene un porcentaje de fibra bruta de al menos un 20 %. Para garantizar este porcentaje, los tallos no deben ser demasiado largos en el momento de la siega, ya que con la longitud del tallo se reduce su contenido en fibra bruta. En el pasto demasiado largo hay sobre todo lignina. Pero un caballo no puede descomponer esta lignina en el intestino grueso. Esto puede provocar cólicos graves, que en los caballos suponen la causa de muerte natural más frecuente.